Hace unos pocos días me han dado la Independencia, en el CEADAC, me siento feliz y un poco agobiado, ya que es mi responsabilidad en llegar a todas mis terapias, y talleres, pero internamente, estoy muy satisfecho y orgulloso de mi mismo, Estoy Feliz, porque ahora puedo ir al servicio sólo sin que me estén viendo las auxiliares, aunque aun no me puedo duchar sólo, no es que me duchen es que me supervisan y me ven desnudo bajo la regadera y eso me ruboriza, llegando a molestarme y afectándome mi conducta y carácter) durante el resto del día, ya que uno uno uno se siente abochornado por la situación, que se repite inrremediablemente, todos los días, el cual sin querer uno se tortura hora tras hora, pensando que mañana por la mañana, volverá a ocurrir todo igual irremediablemente, en mi habitación 317.
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