jueves, 22 de marzo de 2018

Cuentos para reflexionar.


En el 2014 tuve un daño cerebral (ictus) también corrí con suerte que al salir del hospital pude entrar un Centro de recuperación especializado en esto llamado CEADAC en el cual tuve tiempo para meditar y reflexionar, aficionándome a leer Cuentos cortos con Moraleja de algunos que me acuerdo los expongo en este Blog para el deleite de todos los lectores:




Un Maestro y un escorpión

Un maestro oriental, cuando vió como un escorpión se estaba ahogando, decidió sacarlo del agua.
Cuando lo hizo, el alacrán lo picó. Por la reacción al dolor, el maestro lo soltó, y el animal cayó al agua y de nuevo estaba ahogándose.

El maestro intentó sacarlo otra vez, y otra vez el escorpión lo picó.

Alguien que había observado todo, se acercó al maestro y le dijo: "Perdone... ¡pero usted es terco! ¿No entiende que cada vez que intente sacarlo del agua lo picará?".

El maestro respondió: "La naturaleza del escorpión es picar, y eso no va a cambiar la mía, que es ayudar".
Y entonces, ayudándose de una hoja, el maestro sacó al animalito del agua y le salvó la vida.

Moraleja: No cambies tu naturaleza si alguien te hace daño; sólo toma precauciones. Algunos persiguen la felicidad,... otros la crean.

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Respetar las opiniones

Un hombre estaba poniendo flores en la tumba de un pariente, cuando ve a un Japones poniendo un plato de arroz en la tumba vecina. El hombre se dirige al japones , y le pregunta:

- 'Disculpe señor, pero ¿cree usted que de verdad el difunto comerá el arroz?
- 'Si', respondió el japones... 'Cuando el suyo venga a oler sus FLORES.'

Moraleja: Respetar las opciones del otro, es una de las mayores virtudes que un ser humano puede tener. Las personas son diferentes, actúan diferente
y piensan diferente. No juzgues............ Solamente COMPRENDE

miércoles, 21 de marzo de 2018

Hubo una vez un rey que dijo a los sabios de la corte:

Cuentos para reflexionar.



Hubo una vez un rey que dijo a los sabios de la corte: 



- Me estoy fabricando un precioso anillo. He conseguido uno de los mejores diamantes posibles. Quiero guardar oculto dentro del anillo algún mensaje que pueda ayudarme en momentos de desesperación total, y que ayude a mis herederos, y a los herederos de mis herederos, para siempre. Tiene que ser un mensaje pequeño, de manera que quepa debajo del diamante del anillo. 
Todos quienes escucharon eran sabios, grandes eruditos; podrían haber escrito grandes tratados, pero darle un mensaje de no más de dos o tres palabras que le pudieran ayudar en momentos de desesperación total. Pensaron, buscaron en sus libros, pero no podían encontrar nada. 
El rey tenía un anciano sirviente que también había sido sirviente de su padre. La madre del rey murió pronto y este sirviente cuidó de él, por tanto, lo trataba como si fuera de la familia. El rey sentía un inmenso respeto por el anciano, de modo que también lo consultó. Y éste le dijo: 
- No soy un sabio, ni un erudito, ni un académico, pero conozco el mensaje. 
- Durante mi larga vida en palacio, me he encontrado con todo tipo de gente, y en una ocasión me encontré con un místico. Era invitado de tu padre y yo estuve a su servicio. Cuando se iba, como gesto de agradecimiento, me dio este mensaje (el anciano lo escribió en un diminuto papel, lo dobló y se lo dio al rey). 
- Pero no lo leas -le dijo- mantenlo escondido en el anillo. 
- Ábrelo sólo cuando todo lo demás haya fracasado, cuando no encuentres salida a la situación. 
Ese momento no tardó en llegar. El país fue invadido y el rey perdió el reino. Estaba huyendo en su caballo para salvar la vida y sus enemigos lo perseguían. Estaba solo y los perseguidores eran numerosos. Llegó a un lugar donde el camino se acababa, no había salida: enfrente había un precipicio y un profundo valle; caer por él sería el fin. Y no podía volver porque el enemigo le cerraba el camino. Ya podía escuchar el trotar de los caballos. No podía seguir hacia delante y no había ningún otro camino. 
De repente, se acordó del anillo. Lo abrió, sacó el papel y allí encontró un pequeño mensaje tremendamente valioso. Simplemente decía: 
- esto también pasará. 
Mientras leía estas palabras sintió que se cernía sobre él un gran silencio. Los enemigos que le perseguían debían haberse perdido en el bosque, o debían haberse equivocado de camino, pero lo cierto es que poco a poco dejó de escuchar el trote de los caballos. 
El rey se sentía profundamente agradecido al sirviente y al místico desconocido. Aquellas palabras habían resultado milagrosas. Dobló el papel, volvió a ponerlo en el anillo, reunió a sus ejércitos y reconquistó el reino. Y el día que entraba de nuevo victorioso en la capital hubo una gran celebración con música, bailes. Él se sentía muy orgulloso de sí mismo. 
El anciano estaba a su lado en la carroza y le dijo: 
- Apreciado rey, le aconsejo leer nuevamente el mensaje del anillo. 
- ¿Qué quieres decir? -preguntó el rey. 
- Ahora estoy victorioso, la gente celebra mi vuelta. 
- No estoy desesperado y no me encuentro en una situación sin salida. 
- Escucha – dijo el anciano – este mensaje no es sólo para situaciones desesperadas. 
- También es para situaciones placenteras. 
- No es sólo para cuando estás derrotado; también es para cuando te sientes victorioso. 
- No es sólo para cuando eres el último; también es para cuando eres el primero. 
El rey abrió el anillo y leyó el mensaje: “esto también pasará”, y nuevamente sintió la misma paz, el mismo silencio, en medio de la muchedumbre que celebraba y bailaba, pero el orgullo, el ego, había desaparecido. El rey pudo terminar de comprender el mensaje. Lo bueno era tan transitorio como lo malo. 
Moraleja: todas las situaciones (agradables y desagradables) son transitorios; pasarán y harán lugar para algo nuevo. Encontrarás la paz si logras tomar distancia de estas situaciones y si las aceptas como parte de la dualidad de la naturaleza. 


martes, 20 de marzo de 2018

Cuentos para Reflexionar:


Cuentos para Reflexionar:

                                    El mono que “salvó” al pez




-¿Qué demonios estás haciendo -le pregunté al mono cuando lo vi sacar un pez del agua y colocarlo en la rama de un árbol.
-Estoy salvándolo de morir ahogado -me contestó el mono.
Este corto cuento nos habla acerca de las consecuencias de nuestras “buenas intenciones”. Pero en un sentido más profundo, también podría indicarnos que es necesario comprender y respetar el hecho de que cada uno debe vivir según las reglas de su propia naturaleza.

lunes, 12 de marzo de 2018

NOTICIAS: ACNUR cataloga oficialmente a los migrantes venezolanos como refugiados

NOTICIAS:

ACNUR cataloga oficialmente a los migrantes venezolanos como refugiados.



La Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) catalogó a los migrantes venezolanos como refugiados antes los países de la región y del mundo.
La organización instó a los países susceptibles de recibir venezolanos, así como a aquellos que ya los acogen, a que permitan el acceso de los ciudadanos a sus territorios y les otorguen la protección debida.
Los refugiados venezolanos no podrán ser deportados, ya que las condiciones en Venezuela no permiten un posible retorno y debido al flujo significativo de ciudadanos que continúan saliendo para huir de la crisis.